Los apocalipsis que no se han cumplido



Harold Camping nació hace ya bastantico, en 1921, en Boulder, Colorado, Estados Unidos. Es ingeniero civil de Berkeley y desde 1958 ha sido presentador de programas de radio en Oakland, California, particularmente de Open Forum, un programa en el que interpreta pasajes de la Biblia y responde dudas de los oyentes al respecto. También ha sido el presidente de Family Radio, cadena de emisoras con base en California que tiene programas traducidos a 48 idiomas y llega hasta China.


Desde sus programas y sus varios libros (autopublicados en su mayoría), Camping se ha dedicado a defender los valores cristianos de la familia y por supuesto a leerse la Biblia de arriba a abajo, interpretándola numerológicamente y buscando en ella alguna señal inequívoca del fin de los tiempos. Así, ha predicho el fin del mundo en más de cuatro ocasiones y, a pesar de que -evidentemente- ha fallado, sigue insistiendo. Sigue en su empeño por demostrarnos que sabrá antes que todos los demás la llegada de ese día.


Para los que no saben, en el cristianismo hay un concepto llamado 'Arrebatamiento', que es el momento después de la pactada segunda venida de Cristo a la Tierra en el que los píos ascenderán al cielo. Camping, que fue miembro de la Iglesia Reformada Cristiana de Norteamérica hasta 1988 y luego se fue lanza en ristre contra sus enseñanzas, es, en este caso, de los que creen que antes del ascenso habría primero una suerte de "partido de promoción". Es decir, primero habría un juicio espiritual que duraría unos meses para que la administración allá arriba estuviera segura de llevarse a los que son y dejar a los que no.


Camping no siempre pensó así. Este pedazo de su filosofía tan solo apareció cuando una de sus más recientes predicciones del fin del mundo falló. En su predicción original para el 2011 (la tercera que hacía pública), dijo que el mundo se acabaría el 21 de mayo.


El 'razonamiento' que le dio a SFGate.com en enero del 2010 parte de una complicadísima operación basada en las creencias de la numerología, e inspirada en citas bíblicas relacionadas con la supuesta fecha en que Cristo fue colgado en la cruz, multiplicaciones, sumas y nuevas multiplicaciones, para llegar a la conclusión de que el 21 de mayo del año pasado se habrían cumplido 722.500 días desde la crucifixión.


Ese día Jesús volvería a la Tierra, haría el asunto este del Juicio Final, se llevaría consigo a los buenos y dejaría a los demás muriendo por decenas entre mares de fuego, plagas, y azufre durante cinco meses, hasta el 21 de octubre, cuando el mundo, en definitiva, desaparecería.


Camping tendría varias segundas oportunidades en su vida. En aquella ocasión, a través de sus programas, su campaña creció tanto que comenzó a ser mencionado en grandes medios estadounidenses como The Washington Post y, eventualmente, en medios internacionales que le consiguieron uno que otro seguidor más, e hicieron la tarde del 21 de mayo un tanto más divertida para los escépticos.


El mundo no se acabó y el bueno de Harold quedó con el récord de su tercera derrota en predicción del fin del mundo. Pero Camping no se iba a rendir así como así. Había recolectado millones de dólares de sus seguidores para financiar la publicidad del fin del mundo. Y con todo ese dinero en riesgo de haber sido malgastado, tenía que haber fin del mundo o tenía que haber fin del mundo.


En una entrevista del 23 de mayo (la única que ha dado después de su tercer fracaso) en la que confesó que después de su fallida profecía decidió "refugiarse" con su esposa en un motel, se le ocurrió esta teoría del juicio espiritual que ya mencioné -y que no tendría efectos físicos, ni visibles- y además afirmó que esta vez no había habido un error matemático, sino lo que iba a pasar era que el mundo ya se había comenzado a acabar y que efectivamente se acabaría de un tacazo el 21 de octubre.


Mientras llegaba esa fecha, en junio, Camping tuvo problemas cardíacos que en buena parte lo alejaron de los medios y luego, en octubre, antes de la anhelada fecha, se retiró de la presidencia de Family Radio y terminó trabajando en cositas de la cadena radial desde su casa. Luego pasó el 21 de octubre y el 22 y el 23... y bueno, aquí estamos.


La primera vez que Camping fijó su primera fecha del fin del mundo fue para 1988. No estaba solo. Un tal Edgar Whisenant también había dado con que en esa fecha se acabaría e incluso publicó un libro llamado 888 Reasons Why the Rapture Will Be in 1988, sobre el cual dijo (en un libro de Richard Abanes llamado End-Time Visions: The Road to Armageddon?) que "solo si la Biblia está errada, yo me estoy equivocando".


El razonamiento aquí era mucho más complicado: en la Biblia hay 12 apóstoles y 12 tribus. Dios le dijo a Noé en Génesis 6:3: "No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años". En la Biblia, al parecer y por lo tanto, se dice que el mundo durará unos 12 mil años: más o menos unos 11 mil antes del nacimiento de Cristo, en 7 A. C., más los mil años de Satanás atado (lo que Harold dice que comenzó con la crucifixión), más los 33 años que hay entre una y otra cosa.


A Harold le faltaban mil años más para llegar hasta 1988. Así que encontró un decimotercer apóstol y una decimotercera tribu y se "dio cuenta" de que el mundo realmente duraría 13.000 años.


Para Camping el mundo comenzó en el 11013 A. C., por lo que 13 mil años después llegaríamos a 1988 D. C. Pero todo esto Camping lo descubrió en 1992, así que, muy juiciosamente Camping se pregunta en su libro: "¿Podemos esperar que 1988 sea un candidato para el regreso de Cristo?", y se respondió: "Seguramente debe ser un año muy importante, pero no puede ser el año del fin del mundo porque ya pasamos el año 1988".


REDACCIÒN EL TIEMPO







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